Por la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario.
En CGT tenemos claro que la reducción de la jornada laboral ya está presente en el debate público. Se trata de una disputa por la riqueza y los recursos, una pugna entre la clase trabajadora y el capital. Principalmente hablamos de una batalla por el tiempo dedicado al trabajo que implica también el reparto de la riqueza que generamos. Por eso, para este 1º de mayo, queremos que el debate sobre la reducción de jornada esté más presente que nunca en las calles, pero antes vamos a hacernos una serie de preguntas:
¿Cuántos días llegas a casa reventada después del trabajo?
¿Cuántas veces te encuentras con que al final del día, después de haber hecho la compra, preparado la comida, limpiado y organizado las tareas de cuidados no tienes casi ni tiempo para descansar?
¿Cada cuánto sientes que no te da la vida para ver a tus hijas e hijos, para cuidar de tus familiares o para tener tiempo libre?
¿Cuánta vida pasamos en el trabajo obligados a entregar lo mejor de nuestra salud y de nuestro tiempo a cambio de un salario que nos llega justo para poder vivir y pagar el alquiler mientras los empresarios se enriquecen a nuestra costa?
Hace más de 100 años el movimiento obrero libertario logró conquistar la jornada laboral de ocho horas y, actualmente, comprobamos que los avances en productividad y tecnología han servido exclusivamente para aumentar la riqueza de modo exponencial de las grandes empresas y capitalistas. Mientras tanto, seguimos teniendo la misma jornada laboral. ¡Esto tiene que cambiar! Al igual que luchamos por salarios dignos y mejores condiciones laborales, es el momento de dar la batalla por reducir la jornada laboral de una manera contundente y sin reducción de salario.
Desde CGT somos conscientes de que el desarrollo de esta reivindicación no será sencillo. Cada sector, empresa o centro de trabajo presenta realidades complejas y dispares y lograr una reducción de la jornada laboral implica recorrer un camino hasta llegar a una reducción de jornada mucho más amplia y contundente que la propuesta por el Gobierno, una reducción de jornada que nos haga recuperar nuestras vidas.
TRABAJAR MENOS PARA TRABAJAR TODAS